¿Informatizar y validar los procesos en el sector cosmético?
Informatizar y validar los sistemas informatizados en la Industria cosmética se está convirtiendo en una tendencia en esta industria, sobretodo, para las pequeñas y medianas empresas que necesitan generar mayores eficiencias para competir en el mercado.
De acuerdo con Research And Markets la industria cosmética alcanzará a nivel global un tamaño de 460 mil millones de dólares. En Europa, la industria emplea a 2 millones de personas y tuvo unas ventas de 77 mil millones en 2016 de acuerdo con Cosmetics Europe.
Aunque en Europa, las grandes empresas de cosmética y productos de belleza invierten entre un 1,5% y un 4,5% de sus ventas en innovación, la realidad es que este mercado está compuesto también por un gran número de pequeñas y medianas empresas (cerca de 3.000) que necesitan generar mayores eficiencias para mantenerse en el mercado. Gran parte de estas empresas aún tienen procesos bastante manuales y es frecuente encontrar que aún generan sus fórmulas en Microsoft Excel y no cuentan con software que les permita seguir sus GMP.
A diferencia de industrias como la farmacéutica, la industria cosmética se encuentra menos regulada. Sin embargo, las empresas de este sector deben cumplir con los mecanismos necesarios que les permita seguir la fabricación de sus productos, desde que se adquieren las materias primas hasta que se distribuyen sus productos terminados. Aquellas empresas que no cuentan con un sistema informatizado para poder llevar la trazabilidad de sus productos, naturalmente, se enfrentan a una tarea compleja.
Quizás el estar sometidas a una menor regulación, es una de las causas por las que muchas de estas empresas aún no se encuentran muy comprometidas con la informatización de sistemas, o peor aún, con la validación de sistemas informatizados.
Sin embargo, la tendencia está cambiando. Informatizar y validar los sistemas informatizados en la industria cosmética se está convirtiendo en una prioridad. Este cambio está probablemente impulsado por los propios cambios tecnológicos que está sufriendo el mercado para atender a clientes cada vez más digitales. El cambio está viniendo de afuera hacia adentro, impulsado por los propios consumidores. Por ejemplo, la startup Finding Ferdinand, especializada en cosméticos personalizados, permite que sus clientes mezclen colores a través de su web y ordenen su lápiz de labios personalizado desde la web y por 6 dólares. La informatización del sistema de pedidos y ventas ha significado para esta compañía tener un crecimiento continuado del 150% durante los últimos 3 años.
Por supuesto, las grandes empresas del sector no se quedan atrás. L’Oréal ha puesto a disposición de sus clientes una aplicación que aplica un algoritmo de mapeo facial para que puedan “probarse” el maquillaje antes de comprarlo. El algoritmo captura 64 puntos de información en el rostro de las personas que permiten maquillar al posible comprador de una manera virtual, y de una manera tan realista que el maquillaje se mueve con los movimientos de la persona en la cámara. El Espejo Mágico de Panasonic es otro ejemplo de introducción de tecnologías digitales. Disponible en tiendas de productos cosméticos, es capaz de analizar la piel de clientes y detectar, por ejemplo, si la piel está seca y sugerir un tratamiento.
A nivel interno también se están produciendo cambios en la industria. Las pequeñas y medianas empresas comienzan a notar la necesidad de contar con sistemas informatizados que les permitan formular por gotas, peso, volumen, registrar ingredientes, asociar proveedores e ingredientes, controlar variaciones de alérgenos, etc.
Pero introducir tecnología es solo un primer paso: importante, pero insuficiente. Cualquier empresa que decida invertir en tecnología, debe también tener en cuenta que es necesario verificar el funcionamiento de la tecnología, asegurar la integridad de los datos generados en el sistema informatizado y, en general, garantizar que el sistema responde a las expectativas de funcionamiento. Para esto, existe la validación de los sistemas informatizados.
Informatizar y validar los sistemas informatizados en la industria cosmética es pues una tendencia natural en el sector, que ayudará a las empresas de todos los tamaños a enfrentarse a los cambios de la industria, a mejorar la forma en la que se realizan las ventas y distribución del producto, a controlar mejor la producción y a contribuir al cumplimiento de las buenas prácticas de fabricación.
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